Un solar que busca atraer la mirada de paseantes que transitan distraídos hacia las grandes Naves de Matadero. Un diseñador holandés de visita por Madrid que no fabrica lámparas ni mesas. Un solar con afán de ser cómplice de los vecinos de Arganzuela y de los curiosos de Madrid Río. Un diseñador holandés cuyo trabajo se focaliza en los aspectos humanos del diseño, en el aprendizaje colaborativo con las comunidades locales del entorno de sus proyectos.

“ Each own Teach One”. Cada uno enseña al otro. Ese es el proyecto que Cas Van Son, diseñador holandés y estudiante de humanidades, vino a implementar a Madrid. Su trabajo consistía en localizar un espacio situado en un entorno de 1 km alrededor de las naves de Matadero e interactuar durante 4 días con la comunidad o visitantes esporádicos de ese reducido radio de acción.

Cas Van Son descubrió clickeando en la web de Intermediae nuestro Grupo Solar, una comunidad heterogénea de agentes culturales que nos hemos configurado como catalizadores de propuestas para mutar el Solar de Matadero.

Nosotros lo descubrimos a él poco tiempo después del click. En torno a un café nos contó la herramienta que había diseñado para recopilar información sobre el Solar, al que queríamos incitar a mutar con los deseos y necesidades de los vecinos y caminantes ocasionales.

La herramienta de diseño, “ Conversatorios funcionales”, que Cas instaló sobre el Solar consistía en una estructura amarilla de varios módulos móviles que permitía recopilar información en distintos formatos; escrita, gráfica y puesta en común oral.

La estructura consiguió captar la atención de los paseantes, que se acercaron durante las mañanas de cuatro días consecutivos a contestar 3 preguntas claves lanzadas por el Solar : Qué uso te gustaría que tuviese / Por qué / Recuerdas algún anterior uso de este espacio.

Cerca de 100 personas escribieron o dibujaron sus respuestas. Descubrimos que nuestro descampado albergó corrales de toros; casetas de ferias; un jardín laberinto; que fue el espacio de juego de la pandilla de un vecino del barrio donde construyeron cabañas y jugaron partidos eternos.

Que a la mayoría de las personas entrevistadas les gustaría ver mutar al solar en un espacio verde, en un huerto o un jardín. Pero también expresaron otros sueños: Un rockodromo; un espacio cultural al aire libre; un parque infantil o simplemente un espacio limpio.

El cuarto día Cas plantó sobre el solar los sueños de las personas con las que compartimos esta experiencia.

¿ Cuál enraizará?