A partir del suelo común que sitúa el acuerdo de que la crisis del clima es una crisis civilizatoria, Sin lo otro la Tierra no sería se desarrolla para reunir investigaciones, prácticas e ideas que proponen provocaciones como reparaciones a los sistemas que organizan las formas de habitar el planeta. 

Las fracturas que provocó el modelo de desarrollo que impuso la modernidad occidental rompieron los vínculos del humano con otras especies y también los vínculos entre unos humanos y otros.(1) Estos mismos órdenes son responsables de la distancia que han tomado las tecnologías, que fueron arrebatadas para la persecución de aquellos objetivos. Sus formas se afilan, y observamos la alienación de su vínculo al medio del que vienen y a las personas que las articularon, contribuyendo a la profundización de estas fracturas. La propuesta que emerge de aquí es la de devolver la tecnología a las personas (2) y al medio para volver a componer el mundo mediante articulaciones ecológicas de reparación y justicia.

Las prácticas reunidas en este programa son proposiciones hacia otras formulaciones de los ensamblajes que nos relacionan para que puedan llevarnos a volver a reconocernos. Integrarnos en interdependencia, pluralidad y complejidad puede ayudarnos a imaginar sistemas para proyectar futuros más justos y deseables. Tal vez las reordenaciones que pautan las migraciones asociadas a la crisis ecológica puedan ser contexto de nuevos vínculos y acuerdos para el habitar de la Tierra. Para ello habrá que desarmar mucho. El entramado que articula los sistemas que nos organizan es a menudo dependiente, y perpetuador, de aquellos órdenes que los propulsaron. Pero además, ha alcanzado una sofisticación en sus formas que los protocolos y aparatos políticos para su mediación cada vez encuentran más difícil intervenir. Parecen necesarias nuevas fórmulas que puedan manejar la gran complejidad que condensan estos flujos migratorios. 

Para revisar la ecología de las tecnologías proponemos una apertura a otras cosmotécnicas (3), unas que fueron discriminadas o unas que pueden ser propuestas desde nuevas capacidades logradas. Escucha, reconocimiento, renuncia. Poner en suspenso la razón dominante para integrar otro tipo de vínculos e informaciones. Blandas, saberes situados, conocimientos ancestrales. Para integrar en sus lógicas otras formas de cognición (4), que siempre estuvieron pero nunca consideramos. Tal vez, descentralizando al humano podemos por fin verlas y aprender de relaciones de interdependencia, redistribución y coexistencia plural. La tecnología puede ser clave en la imaginación de futuros emancipadores para las reordenaciones asociadas a la crisis del clima. Por ello, para lograr las representaciones más justas, diversas y propias de los escenarios posibles, proponemos provocar las lógicas que alimentan los modelos para superar la herencia sistémica y una métrica y dataficación que a menudo sesga, aplana, simplifica, y homogeniza las realidades que pretende simular.  

Los tres proyectos de investigación y creación que inician el programa son casos que especulan aperturas, infiltraciones o giros de perspectiva en sistemas que relacionan grupos según diferentes tipos de vínculos: algorítmicos, legales y afectivos. La reunión de estas prácticas conforma de alguna manera un tejido que entreteje voces, perspectivas y mecanismos de distintas formas de cuestionar, provocar y reconfigurar los modelos dominantes mediante la recuperación de agencia en los sistemas que articulan colectividades. Pienso en una idea de tejer dada forma con la narración que Laura Tripaldi desenvuelve sobre la inspiradora complejidad de la tejeduría como tecnología, las formas de relación que fomenta y la gran influencia que ha supuesto en la civilización humana, a pesar de la poca atención que recibe en los relatos predominantes. Es una tecnología que hace posible articular abstracción a partir de un sustrato material lo que resulta en entramados de sofisticadas propiedades, adaptables, resistentes y colaborativos. La riqueza de los tejidos reside en “su naturaleza cooperativa y relacional, que se expresa en una estructura amplia y descentralizada y que le confiere al material propiedades que sus partes individuales no poseen”. Su integridad depende de la sinergia –el acuerdo– de las múltiples fibras que lo componen. Esta resistencia mecánica que hace posible la adaptación a un ambiente, parece resonar como potencia en cuanto a tecnología de cooperación y resistencia compartida. Una relación de interdependencia y solidaridad entre elementos.  

Durante su estancia, Júlia Nueno Guitart continuará profundizando en el análisis del modelo de plataforma, por el que repartidores, conocidos como riders, prestan sus servicios a través de plataformas digitales de reparto. La plataformización es una fórmula que ha vivido una gran expansión en los últimos años, particularmente, después de 2008, y es importante analizarla desde el entrecruzamiento de la legislación laboral y la migratoria. La creciente desregularización de un mercado laboral cada vez más liberalizado junto a medidas migratorias cada vez más rígidas y compartimentadas, dan lugar a procesos de inclusión desigual en los mercados laborales nacionales. A pesar de que en España la “Ley rider”, promulgada en agosto del 2021 y pionera en Europa, presupone la laboralidad de los repartidores, las compañías han desarrollado estrategias para evitar cumplir la ley. Pero además, es una ley que legisla de manera parcial este sector de la economía de las plataformas ya que afecta exclusivamente a trabajadores nacionales. Las plataformas, con su permisividad en el proceso de reclutamiento, incluyen a una población inicialmente excluida del mercado laboral nacional que no puede gozar de todos los derechos garantizados por la ley laboral. Son personas con estatus migratorios temporales o en proceso de trámite; para el trabajo rider no es necesario un estatus completo de ciudadanía.

Dalia Gebrial, cuyo trabajo conocí a través de Júlia, esclarece cómo la racialización, y sus procesos constitutivos como la emigración, se constituyen como un principio organizador del capitalismo de plataforma, que está reorganizando la mano de obra urbana. La propuesta de Júlia es “indagar en la relación laboral entre repartidores y plataforma para abrir nuevas vías y tácticas para presionar por el cumplimiento de los derechos de los repartidores”. Para ello, y mediante el trabajo que desarrolla junto al colectivo RidersXDerechos (RxD) y el Observatorio de Trabajo, Algoritmo y Sociedad (TAS), propone “desarrollar una metodología que combina intervención tecnológica y legal para determinar qué datos la compañía extrae de las plataformas y qué uso hacen de ellos después para la gestión algorítmica de trabajadores.” 

Xiaoji Song se centrará en la “relación entre migración y urbanidad cambiante a causa de los desastres ambientales” y propone trabajar con marcos normativos ficticios para integrar parámetros climáticos en los sistemas actuales de migración y fronteras. 
“Las condiciones siempre cambiantes, las interferencias y los ruidos hierven suavemente, murmuran y gritan, y se derrumban en medio de la calle, encima de una estación de metro de nueva construcción, entre dos carreteras por las que circulan coches de policía y taxis autoconducidos, y dentro de una aplicación de comercio electrónico de nueva construcción.”

La propuesta de Xiaoji es tomar como punto de partida su ciudad natal, Wuhan, conocida como la región de los mil lagos. Los lagos y el río Yangtsé, convierten Wuhan en una ciudad propensa a inundaciones y hundimientos del terreno. Pero además, los desarrollos de la renovación urbana neoliberal de las últimas décadas han incrementado la vulnerabilidad de la ciudad a estos hundimientos. “En 1949, sólo en la ciudad de Wuhan había 127 lagos, y en 2016, mientras el tamaño de la ciudad había crecido drásticamente, solo quedaban 38 lagos”. En este contexto, propone tomar los lagos como metáfora de “la tierra que hierve por el calentamiento global” para activar lo que en China denominan como ‘conocimiento húmedo’ ―la información que circula en segundo plano como ruido o interferencias, informaciones que habitan con nosotros en forma de textura, herencia o intuición, que llevamos en el cuerpo y que es a menudo descartada frente al pragmatismo y eficientismo del ‘conocimiento seco’ que refiere a información sólida, a menudo en forma de datos, densa, obvia y cuantitativa―. Experimentará con estas informaciones la elaboración de un código que le permita especular vías para la restauración de la agencia de los lagos. Para Xiaoji, “los socavones son los fantasmas de los lagos desaparecidos que vienen a vengarse”.

Benia Nsi Ngua, Emily Sun e Iren Márquez Dos Santos trabajarán conjuntamente para “incidir en la construcción de solidaridades a través de vínculos sonoros transoceánicos”. Para ello proponen, en sus palabras, “mediante el trenzamiento de redes afectivas, la escucha, la oralidad y la experimentación sonora, provocar un ensamblaje que actúe como impulso hacia la acción colectiva”. La forma que este tejido tomará, los materiales y técnicas que transitarán, dependerá de cómo se desenvuelva el proceso compartido, de su trenzado, de lo que emerja del cruce y el diálogo de sus distintos sentires y contextos desde la transferencia o la transmisión de saberes que sucede a través de estas expresiones sonoras. 

Para ello proponen “rastrear saberes ancestrales fracturados en un acto de reimaginación crítica”. A partir de navegar historias comunitarias de resistencia sonora, la activación de la memoria de sus distintos contextos les guiará en la construcción de “imaginarios sensoriales con los que exponer las diversas codificaciones de ritmos encarnados.” 

El ejercicio que plantean aquí es una propuesta hacia la decodificación y la interpretación de los mandatos que informan los límites entre lo que se considera “apto para la convivencia de diferentes musicalidades dentro y fuera de la metrópoli.” Para ello, proponen un proceso que se organiza en torno a “trazar conexiones con otros ecosistemas en los que la normalización de ciertos sonidos en relación con el saqueo de recursos impide el sostenimiento de la vida.” Desde el preguntarse, “¿qué formas de escucha pueden trasladarnos a la imaginación de otros modos de relacionarnos y transitar nuestras territorialidades?”, su planteamiento se desenvuelve en la forma de un “ejercicio de protesta contra las estrategias coloniales que condicionan el reparto de recursos y los modos de habitabilidad”.

                                                                                                                                                                                           -  María Buey González  - 

Este programa se compone de las siguientes presentaciones: 

- Conversación pública y presentación del programa
Jueves 12 de septiembre de 2024 a las 18.30 h. en el Auditorio del Centro de Residencias Artísticas - Nave 16
Actividad de libre acceso hasta completar aforo

- Cierre y apertura de los proyectos de investigación
Martes 17 de septiembre de 2024 a las 18.30 h. en el Auditorio del Centro de Residencias Artísticas - Nave 16
Actividad de libre acceso hasta completar aforo

El programa culmina con el "Observatorio blando de la migración por el clima" los días 17 y 18 de octubre 2024.
Un espacio para el encuentro y el cruce de los procesos desarrollados durante los proyectos de investigación con otras propuestas y voces de especialistas, activistas, comunidades y creadores invitados. La intención de estas jornadas es facilitar la reunión de casos y prácticas como saberes diversos y puntos de vista múltiples que puedan ser inspiración de formas alternativas de vínculos, sistemas y acciones.
 
Sin lo otro la Tierra no sería da continuidad a la línea de programa de Intermediae Matadero Madrid que en años recientes ha fomentado nuevos discursos y prácticas en torno a la ecología y la crisis climática.

1. Malcolm Ferdinand, en A Decolonial Ecology: Thinking from the Caribbean World, a quien conocí a través de Nerea Calvillo cuando me invitaba a reflexionar sobre las diferencias entre mundo y planeta.
2. Saul Williams mediante un story que el cantante reposteó del activista @jakegyllenhalal
3. Yuk Hui, en Cosmotechnics as Cosmopolitics en eflux Journal, entre otros artículos y libros.
4. Katherine Hayles, cuyo libro Unthought: The Power of the Cognitive Nonconscious conocí en una conversación con parte del equipo de la editorial Caja Negra.
* las partes entrecomilladas en los textos de los proyectos son extractos de textos de las investigadoras invitadas respectivamente o referencias a comentarios suyos en nuestras conversaciones.

· Ilustración: Robuche